La primera privatización de la presidencia de Javier Milei transita horas de incertidumbre en medio de una operación financiera que necesita cerrarse “a contrarreloj” para evitar la quiebra de Impsa, según informó una fuente al tanto del proceso. El 15 de diciembre se espera que el Gobierno dictamine sobre la oferta de casi US$30 millones que recibió de Arc Energy y la acepte con el fin de desprenderse de sus acciones. Pero surgió un problema que puede demorar la venta: la deuda de la firma fundada por los Pescarmona. Ese pasivo es de US$572 millones y, en caso de no reestructurarla, los interesados manifestaron que sería “muy difícil operar la compañía el día después sino hay un reacomodamiento de plazos y reducción del stock”.